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jueves, 30 de marzo de 2017

Pasta fresca rellena (2/2) - Pasta ripiena (2/2)

... vas a desear que te den calabazas! 



Han pasado un par de semanas desde el último post, en el que  publicaba cómo preparar pasta casera (ver aquí), pero en compensación traigo tres recetas en una ;)

Como os podéis imaginar las opciones del relleno son infinitas, pero el de calabaza es todo un clásico! 

Una de las pegas fundamentales de la calabaza es que tiene un sabor dulce que lejos de tratar de contrarestarlo, la receta más clásica lo potencia. Por ello, he querido traer tres recetas distintas, todas hechas a partir de la calabaza asada, espero que os gusten! 
Primero hacemos el factor común de las tres: asar la calabaza.
Para ello, la cortamos en rodajas no muy gruesas, y éstas
a su vez las cortamos por la mitad, y eliminamos todas las pipas. 
Ponemos la calabaza troceada sobre una fuente de horno con papel antiadherente y las asamos en un horno previamente calentado durante unos 20 minutos a 200ºC.

Y ahora sí, las 3 recetas:

El típico por excelencia, a falta de la mostarda mantovana.

Ingredientes:     
  • 500 g de calabaza asada (peso en crudo)
  • 160 g de galletas amaretti
  • 70 g de queso grana padano recién rallado        
  • 52 g de huevos batidos  
  • nuez moscada molida al gusto
  • sal al gusto
Receta:

  1. Trituramos la calabaza asada y reservamos
  2. Molemos las galletas amaretti y las reservamos también 
  3. Mezclamos en un bol, o mixer, la calabaza, las galletas y el queso.
  4. A continuación incorporamos el huevo y añadimos la nuez moscada junto con la sal.
  5. Dejamos reposar 24 horas, o al menos, una noche.
Nota: 
Las galletas amaretti son unas galletas de almendra italianas muy utilizadas en cocina,  son muy ligeras y crujientes y el sabor es casi como si te metieses un puñado de almendras en la boca. Si no las encontráis podéis sustituirlas galletas por almendras peladas y tostadas.

Es muy común encontrar esta receta con un ingrediente más: la mostarda mantovana, un plato típico hecho con fruta (generalmente pera o membrillo), azúcar y mostaza, con un sabor agripicante. 

A mi la verdad, es que me parecía que ya tenía suficiente dulzor de esta manera, y además no es un ingrediente fácil de encontrar.  Pero si os decidís a hacerla 100% original añadir en el paso 4 170 g de este ingrediente.

Tengo que deciros, que al principio me mostré un poco escéptica con esta receta, por un lado no entendía lo de añadir las galletas, por otro no me parecía que una pasta dulce (tan dulce), pudiera gustarme. Pero la verdad, es que merece bastante la pena, me ha gustado mucho.

Relleno de calabaza y frutos secos:

Ingredientes:
  • 500 g de calabaza asada (peso en crudo)
  • 200 g de avellanas o nueces
  • 70 g de parmesano recién rallado
Receta:
  1. Trituramos la calabaza asada junto con los frutos secos
  2. Mezclamos en un bol los tres ingredientes de forma homogénea.
  3. Como en el caso anterior se aconseja el reposo del relleno, al menos, una noche.
Me atrevería a decir que casi cualquier fruto seco puede casar bien en esta receta, pero como no lo he probado, mejor me estoy calladita. Esta receta es idónea para preparar un relleno sencillo si realmente te gusta la calabaza. 

Como el queso es salado, pero no tiene demasiado, potencia mucho su sabor, y las avellanas le dan un punto crujiente, que hace que tenga más gracia.


Receta de calabaza, funghi y ricota:

Ingredientes:
  • 500 g de calabaza asada (peso en crudo)
  • 250 g de ricota bien escurrida
  • 30 g de funghi secos
Receta:
  1. Trituramos la calabaza asada y reservamos
  2. Dejamos las setas en remojo al menos 20 minutos
  3. Con ayuda de un colador o de una gasa de cocina escurrimos bien la ricota hasta que no quede agua en ella
  4. Cuando las setas estén hidratadas, las cortamos en cachitos y las hacemos en una sartén con muy poco de aceite
  5. A continuación,  mezclamos bien todos los ingredientes.

Esta receta es quizá la menos convencional de todas, es una buena opción si queréis rebajar el dulzor del relleno, se nota mucho la diferencia.

El queso hace que sea una mezcla suave y las setas aportan un sabor distinto y más amargo.

Tengo que darle las gracias a Paola por esta receta, que en una tarde tonta de sábado me la pasó cuando ya no se me ocurría cómo hacer un relleno con calabaza apto para los paladares menos agridulces.

Ya tenemos la pasta y los rellenos…
y ahora que?!

Ahora tenemos que rellenar la pasta ;)

Para ello es importante que tengamos una pasta fina y lisa como os explicaba en el post anterior.
Si habéis llegado hasta aquí, ya lo tenéis todo hecho :)
Rellenar la pasta es lo más sencillo y divertido de esta receta.

Como en todo, hay varias formas de hacerlo, y varios cachivaches también, en esta ocasión yo lo he hecho de la forma más sencilla, dónde la única cosa imprescindible es tener un corta pastas (o corta galletas), o bien un cortador cilíndrico…o un simple cuchillo, y eso si, un rodillo. 

  1. Echamos un poco de harina sobre la superficie en la que vayamos a trabajar
  2. Extendemos la lamina de pasta que habremos estirado previamente
  3. Marcamos la mitad de la tira de pasta
  4. En una de las mitades, calculamos (bien con el molde, o bien, con el grosor del relleno que vayamos a poner), la cantidad de tortelli que nos saldrán
  5. Vamos echando en la pasta medidas de relleno, dejando sitio entre una y otra para poder cortar después.
  6. Cuando lo tengamos listo, humedecemos ligeramente con un poco de agua el contorno de cada relleno.
  7. Plegamos la mitad sin relleno sobre la mitad en la que hemos puesto el relleno cubriéndolo y juntando una superficie con la otra
  8. Pasamos el dedo alrededor de cada montoncito de pasta tratando de que ambas mitades se peguen bien
  9. Cortamos cada tortelli con un cortador o cuchillo
Por último, cocemos nuestra pasta.
La pasta fresca hay que cocerla muy poco, ponemos agua salada abundante a hervir, echamos la pasta y en un par de minutos la tendremos hecha. Y ...a comer! 

Cualquiera de estas tres recetas, son perfectas para comerlas con un poco de mantequilla, salvia y parmesano,  o bien, con aceite de oliva, parmesano rallado y unas setas a la plancha... la calabaza tiene tanto sabor, que no hace falta que la acompañéis de una salsa elaborada, esta buena tal cual!

Una última cosilla...

Es una receta larga y da trabajo, pero también muy agradecida, además podemos hacer más cantidad de relleno y congelarlo para otra vez, o bien congelar los tortelli.

Para congelar la pasta, debemos dejarla en crudo en el congelador extendida de forma que no se peguen unos tortelli con otros, cuando estén duros ya los podemos poner en una bolsa de plástico. Cuando los queramos hacer, los dejamos descongelar a su ritmo a temperatura ambiente y los cocemos de forma normal.
...
Y ya.
Fin.



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