Focaccia

...otro clásico, dentro de mis favoritos aunque la foto no le haga justicia !



Este último mes he estado en casa, una pequeña intervención me ha tenido, mitad con la pierna en alto, mitad con la mano en la cocina, pero en casa al fin y al cabo, con la buena suerte de que he tenido bastantes visitas con sus respectivas meriendas/sesiones de picoteo... creo que no había usado tanto el horno en mi vida!

He llegado a idear la merienda perfecta: unas patatas fritas, bombones, queso, jamón, un bizcocho y una focaccia (los dos últimos absolutamente imprescindibles!).  

En un principio hice la focaccia para probarla, para ver si la publicaba por aquí o no, y sóla o aderezada, redonda o cuadrada ha tenido tanto éxito que ya la preparo de forma automática. 

Es una receta fácil, sólo hay que tener un poco de tiempo para que la levadura haga su trabajo tranquilamente, y como os digo es un acierto seguro, bien con aceite, orégano y sal o acompañada de lo que más os guste.

Que la disfrutéis!

Ingredientes para la masa:


  • 300g de harina de gran fuerza 
  • 300g de harina de media fuerza 
  • 25g de levadura fresca (un cubito)
  • 350g de agua un poco caliente (no más de 40ºC)
  • Una cucharadita de miel
  • 140 ml de aceite de oliva
  • Una pizca de sal
  • Orégano
  • Sal gorda
Receta:
  1. Mezclamos los dos tipos de harina junto con la sal en un bol grande
  2. Por otro lado, disolvemos la levadura en el agua junto con la miel.
  3. Vamos incorporando la mezcla de agua en la de la harina e incorporamos 40 ml de aceite.
  4. Amasamos bien hasta obtener una masa homogénea blanda y elástica.
  5. Echamos 50 ml de aceite en la base de un bol, metemos la masa y la pincelamos con el aceite que hemos incorporado.
  6. A continuación cubrimos el bol con papel film y dejamos reposar dentro del horno con la luz encendida. Otra opción es ponerlo sobre la bandeja del horno para que leve directamente sobre ella.
  7. La masa debe reposar al menos hasta que doble su volumen, aunque se aconseja dejarla reposar más tiempo, ya que gana en textura y en sabor.
  8. Cuando la masa haya terminado de reposar la extendemos con los dedos sobre una bandeja fina dándole la forma que la caracteriza.
  9. A continuación, la cubrimos con el aceite restante, el orégano y la sal gorda. 
  10. Si queremos aderezarla (ver abajo), colocaríamos ahora los ingredientes que nos gusten sobre la masa incrustándolos ligeramente.
  11. Por último, la metemos en el horno precalentado a 200ºC con calor arriba y abajo hasta que este bien cocida, tardará al menos unos 20 minutos. 

Aderezo:
Como os decía, la focaccia por sí sola no necesita más para que este buena, pero es cierto que no le viene nada mal acompañarla de otros ingredientes. 

Yo la he probado con aceitunas verdes, queso y también con cebolla, y con cualquiera de estas opciones está buenísima. Aunque para mí, la opción ganadora es con cebolla dulce y tomate cherry que junto con la esponjosidad de la focaccia, el aceite y el orégano sale irresistible.

Las cantidades para hacerla de esta manera varían un poco en función de vuestros gustos, lo que sí hay que tener en cuenta es que hay que cortar por la mitad los tomates y despepitarlos, y laminar en tiras muy finas la cebolla.

Como os decía en el punto 9, vamos colocando los ingredientes sobre la focaccia presionando suavemente en la superficie, y a continuación la horneamos.

Para terminar, una buena idea es añadirle a la masa las hierbas aromáticas que más os gusten para que coja más sabor, y si queréis que quede más crujiente podéis pincelar la superficie con un poco de agua antes de hornear, aunque a mí personalmente me gusta la esponjosidad con la que sale tal cual.

Espero que os animeis a hacerla y la disfrutéis tanto como yo...o mis amigos!

Hasta la semana que viene ;)

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